domingo, 17 de julio de 2011

El sueño

Pasa el tiempo y mi sueño no se concreta, siento que no hice mucho por hacerlo realidad pero las ganas son las mismas siempre y desde siempre. Me duele por mí y por lo externo, jamás medí que mi sueño podría llevar mucho sacrificio y cambio, mucha evolución y dedicación. Pero, ahora que lo analizo igual quiero cumplirlo. Aunque duele el tiempo que pasó, la oportunidad perdidad.
Incluso molesta cuando alguien más si pudo llegar a su meta cuando vos también podrías haberlo hecho. No se si es envidia, vergüenza, rencor, odio, dolor, nostalgia, venganza, o qué. Pero, no quiero sentir eso. Más cuando fue una gran parte mi culpa, aunque no dejo de lado lo que me tocó vivir, ni las personas que influenciaron en mí tanto las que fueron para mejor como para negativo. Todavía estoy en condiciones y no es tan tarde, dicen que es preferible morir intentando.
Siempre hay un mejor y un peor, y pareciera que siempre estaré en un medio, pero me cansa solo pensarlo y prefiero creer que todo es rotativo y relativo.
Sé que a veces lo sueños se deben cambiar, se deben trasformar y adaptar a lo que nos va sucediendo, pero es solo un decir.
No veo el momento de cumplir mi única meta y mi único sueño, y después seguir cumpliendo mi otra meta y mi otro sueño, sin dejar de estar motivada. Haberme arriesgado, que haya dolido, que haya pasado un gran sacrificio que nadie pueda envidiar mi suerte, porque yo me la busqué y con todo el reconocimiento merecer lo que se vive.

También lastima el detenerse a ver que hay personas que no pueden hacer algo que tienen en mente, como un paralítico jugando al fútbol o un ciego viajando por el mundo. Y me apenaba hasta que ví que no es lo visto, ni lo vivido o sentido sino lo percibido. No podrá jugar al fútbol pero podrá hacer otra cosa, no podrá ver los paisajes pero podrá tantear muchas otras que uno no percibe.
Y creo que por eso da mayor felicidad no el cumplir la meta sino que ante la dificultad o imposibilidad se halló algo más por hacer. O sea que nunca la sensación de un sueño se pierde, sino a lo sumo el plan del sueño. Pero se puede inventar otro para llegar a percibir lo mismo.
Siempre estará la duda, como en muchas cosas de la vida, ese "y qué podría haber pasado sí...", no es fama, no es dinero, no gloria, no es popularidad, no es ser un misionero, ni un voluntario, ni un salvador o un rescatista, es... ser, percibir eso y sino es en eso, en otra cosa y así y así... Quizás esto le sirva a aquellos que en algún momento les dolió el caer en la cuenta de que es tarde para empezar o que ya no es lo mismo, y es verdad que no todo es posible o que no todo puede hacerse o que siempre se puede empezar. Le falta mucha convicción a eso y mucho contexto, es decir, se puede empezar, no es tarde, y se puede hacer pero si se cambia de plan, si se asume que no son los mismos años, ni la misma época, ni el resultado esperado, ni la fantasía hecha realidad, sino que es un simple y maravillo "dejar sorprenderse" por lo que tocará si uno se anima a proyectar.

A veces, en lo que uno es bueno, no es precisamente lo uno quiere hacer de su vida.
Tengo un don que me costó reconocer y que voy aceptando. Como también me sucede con mi talento, pero sin embargo, en lo que no soy tan buena y jamás alguien me vió con las facultades (aunque sí he tenido quienes me consideron mejor en eso con el tiempo o que podría tener éxito) es lo que me interesa hacer, de lo que me gustaría vivir. Podría tomarlo como una señal y hacer mi don mi vida pero no. Voy a ver los mensajes del universo que yo quiera ver, como siempre pasa.
Ojalá pasase un tiempo y vuelva a ver esto y con orgullo pueda reirme de haberlo logrado o haber llegado a una mejor conclusión. Sin entrar en un conformismo ni mutaciones.
Quizás cumpla mi sueño y no sea lo que yo pensaba y resultase ser que lo que me llenaría sería ese don que rechacé pero soy una persona que necesita la experiencia para aprender y para entender, incluso probar muchas veces de lo mismo para recordar el por qué.
Mientras tanto, iré por mi sueño tardío, el que por mucho tiempo no me animé a decirlo a todos, que muchas veces rechacé por miedos o economías, por capacidades o imágenes propias, por comentarios o por mis propios pensamientos. Iré por él y aunque llegue tarde, con muchos años encima, lo perseguiré y sí, dolerá y mucho el no haberlo hecho antes, el haberlo hecho mal, pero será lo tomaré como lo que era necesario para llegar a él. El sacrificio de perder y de ganar. Dejar lo que se quiere por lo que se quiere, arrancarse de la pereza y la costumbre y salirse de lo que dicen que debe hacerse.
Eso es un sueño para mí.

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