sábado, 18 de junio de 2011

¡Que bonita es la vida!

A veces quisiera despertarme a la edad de cinco años y poder haber visto todo lo que iba a ser mi futuro en estos años para así no cometer esos errores que marcaron mi vida por siempre.
Quisiera congelarme en esas veces que dicen que la mente descansa y se desactiva de todo lo viviente y tildar en todo aquello que soy, que hice bien.
Saber que quise, que quiero, que no y lo que fui y lo que soy.
Siempre me la pase escribiendo y lo único que termine son un par de cuentos.
Lo que terminé son dibujos a los que tarde días o incluso meses en terminarlos aunque fuerna lo más sencillo.
Nunca tuve ganas muchas y nada de ganas.
Porque siempre lo que quise fue actuar.

Y maldita se la hora en que no me animé a defender lo que me gustaba y animarme a decirlo, comprometerme a haceerlo y haberlo hecho.

Porque veo el mundo y quiero saber de él, quiero aportarle.
Veo la pobreza en los trenes, lo niños pidiendo en el frío con un par de zapatillas de lonas rotas y un buzito así no más y me dan ganas de ser sociologa, para poder hallar en todo este tiempo algo que no permita que muchos tengan que vivir así. Me dan ganas de hacer voluntaria y llenarme de cursos para ayudarlos todos.
Y de repente veo esas películas de niños, tan lindas y tan tiernas con el intersante fin de concientizar a las masas (futuras) de lo buenos que debemos ser, y me dan ganas de ser creativa y dedicarme al cine de animación.
Hasta que veo los delicuentes y sus miradas pérdidas, algún loco o borracho en la esquina, todos ellos con la mirada arpía o con la mirada triste y me dan ganas de ser psicologa, llenarme de libros y viajes espirituales para poder hacerles creer, enserñarle que se puede y demostrar que se logra, cambiar a la gente.

Y así me surgen pasiones y motivaciones, y no me decido y pasa el tiempo y sigo igual.
Un día añoro estudiar el clima y llenarme de cosas exactas, sin problemas de personas que pareciera que no tuvieran solución, además de la buena fama que te ganas por ser de números antes que de letras y bobadas.

Y me dicen que dibuje, pero yo quiero sacar libros. Y me dicen que la pelee pero ya no se por qué.

Y ante tantas divagaciones se me ocurre optar por la filosofía y así pienso que todo es cuestión de mentalizarse hasta que considero que demasiado pensar te lleva a la locura, demasiado reflexionar te lleva a no hacer nada con el cuerpo aún cuando con la mente descubrar grandes cosas y destrabes grandes dudas.
Entonces, quiero estudiar danzas y cantos, música e intrumentos. Volar por los aires con un par de acrobacias, aprender algo de equilibrio que no tengo, un poco de yoga para la ansiedad y mis nervios. Colgarme de telas y pegarle con gracia y ritmo a la vida: carismática y bella.

Entonces quiebro, lloró y me ahogo con mis lagrimas y me duele la garganta de tanto aguantar la tristeza que unso cuanto llaman grito.
Sé lo que quiero, pero es mucho y nose por dónde empezar.

Aunque me deprimo y me duela todo lo que no hice, y el presente me reclame a cachetadas lo que el pasado dejó, me cuelgo el peso en el hombro y sigo aún de pie. Pero esta mochila pesa y ni siquiera se donde dejarla o como aliviarla.
Y nada termino, y nada empiezo y todo lo dejó y todo lo quiero.
Y todo es relativo, todo pasa, todo queda, todo vuelve, todo queda.

Pero yo se que la vida es hermosa y hoy ya no quiero morir, a pesar de a veces fantasiar con mis venas y masoquismo: una loca estúpida que no sabe pedir ayuda ni sabe que hacer con ella que con sus brazos se armó una camisa de fuerza y a su corazón lo hizo un chaleco antibalas, anti malas palabras.

Es lindo ver feliz a la gente aunque haya tanta mala calaña.
Escuchar la risa de niños aunque sus gritos sean ensordecedores.
O sentir el beso baboso de tu novio tierno,
el fulgor de correr o el placer de manejar.
Sentir el aire frío en plenos calores
o lo calentito del agua en super inviernos.
Que te gusten un par de guantes de lanas,
o quedarte admirado por un edificio con estilo,
construcción de inmensidad y arte.
Películas que hacen llorar,
libros que hacen reflexionar.
Canciones para enloquecer de euforia
y emborracharte para contar una anécdota de tarde a tus nietos.
Mirar a tu bebe y sentir plena ternura y extrañeza de lo que eres capaz de hacer.
La felicidad de la meta lograda.
Que no te importa que te agarre la lluvia o un ataque de risa.
Descubrir para describir y aportar
un poco más de solución, que después será confunsión al mundo.
A pesar de los suicidas desbordados,
a pesar de los malos que ahora están planeando algo malo,
a pesar de lo que sufren,
a pesar de los deprimidos y pesimistas.
De los locos de farandula,
la vida es hermosa!

A pesar de mi dires y diretes, de mi presente inconforme y mi alma apenada, todavía creo y me visualizo cumpliendo lo que quiero, brillando por mi talento y dejando admirados a varios por mi forma de pensar, logrando hacer creer en el amor a un par de niñas o darle audacia a una mujer descuidada, incitando a un hombre a valerse. Entre entrevista y vanguardias, aún cuando veo mi fallecimiento cerca y tragedioso, por lo menos dejando una pisada buena en la arena del mundo. Y más que llorando por mi, despertando pasiones.
Es mucho imaginar o tal vez pedir, pero por lo menos esta bueno decir parte de mi premonición.

Por eso...

SONRÍE QUE NADIE TE ESTÁ FILMANDO

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