jueves, 30 de junio de 2011

A veces tenés los elementos, tenés el tiempo y las capacidades pero no puedes hacer lo que debes.
Lo quieras o no, no puedes.
Tu mente no puede.
Algunos dicen que es cosa de ganas yo digo que es cosa del contexto.
Como nadie tiene siempre la verdad absoluta, escucharé mi corazón.
Y sí me equivoco me equivoco por mí y no por otros.
Por la decisión de escuchar y tomar o por la de no haber hecho caso.

Es que no olvidemos que somos cuerpo, mente y alma.
El cuerpo cuenta lo que el alma calla y la mente no comprende.
El alma es lo que se adquiere invisiblemente, inconcientemente.
La mente solo es una dictura a la que siempre le seguirá una derrocación.

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